DESVESTIDAS Y EN DOS RUEDAS

“Escribo para definirme, un acto de autocreación, en un diálogo conmigo misma, con escritores que admiro, vivos y muertos, con lectores ideales. Porque me da placer. No sé con certeza para qué sirve mi trabajo” 
Susan Sontag. 

Las personas en Maracaibo muchas veces caemos en la queja ya bastante obsoleta y repetida que no ‘hayamos que hacer’ en la ciudad. ‘’Nunca hay eventos culturales’’, ‘’Nunca promueven el arte’’, ‘’Nunca se hace nada chévere acá’’, nunca, nunca, nunca vamos a salir de los ''no y nunca'' si seguimos respondiendo y atacando con más negativas.

La cuestión es que en la ciudad sí se realizan actividades diversas para todo tipo de persona, solo que algunas no reciben suficiente publicidad, otras chocan con los horarios, o muchas otras simplemente no nos interesan tanto como para asistir. Pero, si buscamos, encontramos algo por hacer. ¿Qué falta muchísimo por recorrer y que los cambios deben ser generados para poder disfrutar de los espacios públicos y urbanos que nos merecemos? Pues sí, ciudades como Mérida o Caracas (a pesar de ser la capital, lo sé) tienen constantes actividades, foros, charlas, etc. por visitar, en un grado mucho mayor que nuestra ciudad, pero debemos seguir apoyando en lo que podamos las oportunidades que se nos presentan y a aquellas personas que se encargan de llevar dichos eventos a la realidad.

El día sábado comenzó cuando fui al Mercado Sabino, en la Calle Carabobo, Maracaibo. En esta pequeña pero importante reunión se encontraba un poco de todo…productos artesanales y naturales, aceites varios, el famoso Cocuy de la Sierra de Perijá (y que lo sientes directo al pecho cuando te tomas un poquito), comida vegana y vegetariana, y, verduras como las ahuyamas del Socuy.

Aproveché la oportunidad que tenía ya que habían dos ciclistas urbanas que quería entrevistar para que hablasen un poco sobre sus experiencias en Maracaibo con sus bicis. Muchas gracias por permitirme filmarlas y hablar con ustedes un poco. A continuación pueden ver los videos. 

Geraldine y su hija  

Sofia Paz Perozo, BiciMamis

Luego del Mercado, fui a casa de Claudia a despedirme. Ella fue la que me entregó la bicicleta unos meses atrás, así que dentro de todo, me pareció bastante simbólico que el día de hoy haya sido el día que le dije un hasta luego y muchas gracias!  

Ilustración creada por: Lucia Borjas. ¡Cucas en dos ruedas!

Es impresionante como las personas plasman sus personalidades en las dos ruedas que las llevan..bicis pequeñas, bicis gigantescas, bicis de colores, bicis pintadas a mano, bicis sin cambios, con cambios, sin frenos, con cestas, etc. etc. etc.

Jamás había buceado tantas bicicletas juntas, reunidas y mezcladas en un solo lugar…tuvo que llegar el ‘día de la mujer’ para que un grupo grande de personas decidiéramos reunirnos a rodar y a disfrutar del carril derecho que tanto nos corresponde.

En conmemoración al ‘Día de la Mujer’ del presente año, se ha organizado y hemos participado en una rodada por las calles marabinas, invitando a crear consciencia sobre el uso de la bicicleta desde la mirada de la ciclista (urbana, montañera, bmx o cualquier otra modalidad). La masa crítica a nivel mundial se denomina ‘’Rodada de Altura’’, pero, siendo tan diversas como somos las mujeres, varias chicas del grupo de BiciMamis Mcbo replantearon el concepto de esta rodada, para así poder generar un cambio de conciencia a fondo, poco a poco. La rodada se llamó entonces ‘’Desvestidas de Mujer. Igualdad en la vía y en la vida’’.

Ilustración creada por: Lucia Borjas.

Este evento sirvió como propulsor para demostrar que: a) es algo extremadamente normal cuando una mujer decide desplazarse en su bicicleta. b) se exige un respeto al ciclista (a falta de ciclovías, lo mínimo que pueden hacer las personas en un carro es respetar al ciclista). c) queremos ser tratadas con respeto, no solo porque somos ciclistas o mujeres, sino porque somos ambas.

También sirvió como ‘megáfono’ para promover la participación activa de lxs ciudadanxs al momento de intervenir las paredes de las calles y llenarlas de arte. Arte consciente, arte social, arte para impulsarnos a seguir desarrollando actividades que alimenten la real esencia del ser humano, arte que resalta las injusticias que se han cometido para poder recapacitar como sociedad y generar cambios ‘estructurales’ y necesarios. La paz es arte en las calles, sigo repitiendo.

La ruta fue la siguiente, (total: 11,6 km):

La fotografía no se limita a reproducir lo real, lo recicla. 

Susan Sontag.

Estuvo realmente genial el poder formar parte de esta experiencia. Habían niñas de todas las edades en sus bicis, habían hombres, habían familias paseando juntas en sus bicicletas, habían mujeres de todos los caminos de esta vida, habían personas que nunca habían paseado bicicleta en las calles, habían personas que tenían muchísimo tiempo sin andar en dos ruedas…en fin, era un cumulo de personas amantes de la libertad y que fielmente promueven el uso de la bicicleta por ser un medio de transporte más eficaz y no es dañino con el medio ambiente, asistieron individuos que apoyan la igualdad de género, que se preocupan por el medio ambiente y que por encima de todo, se ocupan de la huella que dejan en la ciudad.

Personalmente no me había dado cuenta lo mucho que disfruté de esta actividad sino hasta el siguiente día que pude visualizar todas las fotografías y los videos que realicé. Me encantó salir con todxs lxs ciclistas, jamás había rodado con un número tan significativo de personas…en algún momento dado tropecé con una ciclista, en otro momento me caí…bueno, me caí varias veces, como siempre, haha.  Pero, lo que más disfruté, fue el observar la participación de diversas personas a lo largo de esta rodada… desde aquellxs que la organizaron pasando por aquellxs que donaron un poco de su experiencia en las diversas materializaciones y expresiones culturales (bien sean dibujos, arte callejero, graffittis), y culminando con todxs aquellxs que decidieron sumarse y asistir a estos eventos.

Muchísimas gracias a todxs. Si nos apoyamos, constantemente, generaremos un cambio local, algo que nuestras comunidades necesitan, anhelan y merecen. Un cambio desde la raíz, no a nivel político jerárquico, sino desde las bases, desde nuestras calles, desde nuestra ciudadanía a pie, en la calle.

¡Y a seguir rodando y desvistiéndonos de

los estereotipos impuestos por años!  

¡Que la independencia y la libertad sean nuestros ojos!

En la memoria de Berta, Marina y María José. Y todas aquellas que han sido víctimas de las injusticias cometidas por otros. Sembremos la paz.