Sunday, 11 May 2014

Venezuela, Conocerla es tu destino, amarla es tu responsabilidad.


Visita: Isla de Zapara, Municipio: Almirante Padilla, estado Zulia.



XI
         TIEMPO

AMANECER

Hincho mi corazón para que entre
Como cascada ardiente el Universo.
El nuevo día llega y su llegada
Me deja sin aliento.
Canto como la gruta que es colmada
Canto mi día nuevo.

Por la gracia perdida y recobrada
Humilde soy sin dar y recibiendo
Hasta que la Gorgona de la noche
Va, derrotada, huyendo.

Gabriela Mistral.



El día primero de mayo 2014, (celebración mundial del día del trabajador, de los obreros, del pueblo), decidimos ir a la Isla de Zapara en el estado Zulia. Inicialmente queríamos quedarnos al menos dos noches, acampar, dormir con las estrellas, conocer a los lugareños, sin embargo por responsabilidades varias, no lo hemos podido lograr esta vez.





¿Cómo llegar a Zapara?

Anny, Jonathan, Alice, La Negra*, Martin y su novia, y otros dos panas (no recuerdo sus nombres, lo siento tanto) y yo, nos encontramos en Plaza de Toros a eso de las 7:30 am. Bueno, yo los encontré comiendo pastelitos por allí por Plaza de Toro, ya que como siempre, yo llegué un poco tarde.

Jonathan y Alice 

La Negra y Anny

Puedes llegar en carro hasta el Moján, y luego allí estacionar el carro en el muelle ‘’Mundo Marino’’. No sé qué tan seguro sea.
Pero como nosotros no tenemos carros, y no creemos en ellos tampoco, la primera opción más viable es: transporte público, amigos.

Partiendo de Plaza de Toros e inclusive llegando hasta el Core III (Sambil), puedes tomar un carrito o un bus hacia el Moján. Nosotros preferimos agarrar el bus, ya que queríamos permanecer en grupo.  El pasaje tuvo un costo de Bs. 15, si mal no recuerdo.  El trayecto fue bastante ameno, pudimos escuchar los puntos interesantes que tanto Martin como el chofer expresaron con respecto a una gama amplia de temas, ejemplo: la transexualidad. A las 8am, de un jueves cualquiera.

Pasada la hora llegamos finalmente a la estación de buses del Moján. Tuvimos que esperar como 40 minutos para que las lanchitas llegasen. Obviamente, los capitanes de los botes estaban en todo su derecho de disfrutar algunas cervecitas por allí. Este pasaje hasta Zapara costó alrededor de Bs. 30. Es recomendable hablar con el lanchero y acordar la hora de regreso. NOTA: Esta hora es referencial, no se cumple al pie de la letra, estén claros.



MAÑANA

Es ella devuelta, es ella devuelta.
Cada mañana la misma y otra.
Que lo esperado ayer y siempre
Ha de llegar esta mañana:

Mañanas de manos vacías,
Que prometieron y defraudaron.
Mirar abrirse otra mañana
Saltar como el ciervo del Este
Despierta, feliz y nueva,
Vivida, alacrita y rica de obras.

Alce el hermano la cabeza
Caída al pecho y recíbala.
Sea digno de la que salta
Y como alción se lanza y sube
Alción dorado que baja cantando
¡Aleluya. Aleluya, aleluya!

Gabriela Mistral.


Finalmente, luego de estar en la lancha por 30 minutos, llegamos a Zapara. Dicha isla está cubierta de dunas que pueden llegar hasta los 30 metros de altura, contando a su vez con una longitud 7 kilómetros de extensión.

Isla Zapara, Mayo 2014

Lo primero que puedes apreciar es el estado en el cual esta población vive. Es decir, viven con muy poco, es una isla casi olvidada, en la cual aun así intentan vender una política (o políticos) que han fallado y siguen fallando. Las instalaciones son paupérrimas, la plaza casi inexistente, el comercio está basado en la pesca, y los pocos turistas que llegan. Hay una posada/hostal en donde venden comida vegetariana, me pareció excelente. 

(Cuando me refiero a situaciones o maneras de vida, como estas, no lo hago de manera denigrante, al contrario, nada más me gustaría ver que todos y todas tengamos una calidad de vida que vaya en acorde con lo que podemos ofrecernos, mutuamente).

El grupo se dividió en dos, Anny, la Negra y yo fuimos por el pueblo en busca de fotos y con muchas ganas de explorar aquellos granos de arena que alimentan el alma de muchos, mientras que los otros se fueron a la playa a pasar un poco la resaca del día anterior y a disfrutar de la naturaleza que se encuentra en este rincón del mundo.

A lo largo de nuestro recorrido me impactaron muchas cosas, lo repito de nuevo, la sencillez de los lugareños, las ganas de hablar con nosotras, de ser retratados, de ser recordados y queridos así sea a través de un lente, el agradecimiento de poder tenerte cerca y el amor por que hayas venido a conocer su lugar de origen. Tanto así que a la negra le brindaron una cerveza, y bueno, al ver mi cara de sorpresa (e indignación, ya que también quería una, por el calor, claro está) los muchachos nos han llamado, a Anny y a mí, para que compartiéramos todos una. Hasta allí llegó, nos fuimos en búsqueda de la playa.

Casualmente comiéndose un helado 

Niño que robó mi corazón, Isla Zapara

Al seguir caminando hasta el fondo de la isla, encontraras dunas, ruinas de piedra, y un cañón. Esta también el famoso ‘’Torreón de Zapara’’ el cual primero fue llamado ‘’Castillo de Santa Rosa de Zaparas’’ (y en el cual también te puedes montar y escalar un poquito). Su construcción ha sido iniciada dos veces gracias al oleaje del Golfo de Venezuela. Terminado en 1684, se construyó junto a un fuerte que solo estuvo en servicio por 12 años- estamos hablando para la época de la Independencia, en donde se realizaron enfrentamientos entre las tropas españolas (aquellas que decían habernos descubierto) y los piratas que lograron salir hacia el Lago de Maracaibo, junto con todos los saqueos realizados.
Decidimos regresar con el grupo, y bañarnos en esas aguas de diversos colores (no voy a mentir). 

Torreón de Zapara 

Es importantísimo que te lleves tu comida, agua, bebidas alcohólicas, algas, etc, etc, etc. Ya que si eres un poco perezoso como nosotros, no vas a querer regresar al pueblo a buscar cosas necesarias. En Zapara, en la playa, no se encuentra ninguna autoridad, no hay ningún vendedor, y no hay ‘comodidades’ como en cualquier otra playa de Venezuela. En otras palabras, todo es de palo, arena y agua, tienes que sobrevivir con tus ganas de estar aquí. El oleaje es bastante fuerte, por lo cual sientes que constantemente estás haciendo ejercicio dentro del mar. Nuestro ejercicio contó con una botella de vodka también, nada responsable.

El techo del día 

Como era una visita ida por vuelta, a eso de las 3 pm, decidimos regresar al muelle. Fuimos muy confiados en el lanchero, ya que el decidió llegar a eso de las 4:30pm. Luego, de regreso al Moján, tuvimos que esperar como 1 hora o algo más por el bus que nos regresaría a Maracaibo. Esperábamos que fuese un bus como el del resto de la ciudad, pero para nuestra sorpresa, el Gobierno habilitó unas rutas con los nuevos buses traídos de China (hey, con aire acondicionado, y gratis). Llegamos al Core III (Sambil) a las 7:30 pm.

Argentino en Zapara, vive allí en la Isla 


ATARDECER

Siento mi corazón en la dulzura
Fundirse como ceras.
Son un oleo tardo
Y no un vino mis venas,
Y siento que mi vida se va huyendo
Callada y dulce como la gacela.

Gabriela Mistral

Mi papá siempre nos decía cuando eramos pequeños: ''Conozcan su país primero, ámenlo, y luego viajen mas allá'' Finalmente, luego de 23 años en este mundo, estoy empezando a hacer eso. Poco a poco ya que Venezuela es inmensa, con un amor que brota por toda la naturaleza, unos colores que iluminan nuestras vidas y unas aguas que nos purifican. Conoce a Venezuela, conoce tu tierra. 


* En Venezuela y creo que en el resto de Latino América decimos negro y negra a personas con un tono de piel un poco oscuras, de manera cariñosa. 

** Recuerda siempre, deja el lugar que visitas como lo encontraste, o mejor dicho, mas limpio aun. Este es el único planeta habitable que tenemos, tomemos consciencia. 

*** Si quieres ver mas fotos de este día, visita: 






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